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jueves, 2 de junio de 2011

Enfermedades más comunes en los niños

Enfermedades mas comunes según su inicial
A:
Absceso:
Es una cavidad cerrada que contiene pus. Su causa primordial es por la lucha de las células defensivas y las bacterias que causan la infección. Una infección se convierte en un absceso cuando ésta queda delimitada por una cápsula, cuyo contenido se denomina pus, que se compone por células defensivas y bacterias muertas. El absceso más frecuente se presenta en la piel. AL comienzo de la infección la zona circundante al absceso se encuentra roja y caliente. Luego, se reblandece y al final, si no se trata el pus puede acabar saliendo al exterior o interior mediante una fístula. Se debe tratar mediante antibióticos, y en los casos más serios se debe de drenar quirúrgicamente.
Una variante de esta enfermedad es el absceso retrofaríngeo, que es la acumulación de pus en los tejidos posteriores de la garganta. El absceso retrofaríngeo es una enfermedad que se presenta en los niños, usualmente menores de cinco años. Los tejidos en la parte posterior de la garganta facilitan la formación de un espacio lleno de pus (lo cual no ocurre en adultos) justo detrás de la parte posterior de la garganta. Esta área puede infectarse durante o inmediatamente después de una irritación de la garganta de origen bacteriano. El niño afectado, que puede tener síntomas de la irritación inicial de la garganta, desarrolla fiebre alta con dolor de garganta muy fuerte, lo cual causa dificultad para deglutir. El absceso en expansión puede causar interferencia con la respiración. Las complicaciones causadas por esta condición pueden ser potencialmente mortales. El absceso retrofaríngeo requiere atención inmediata con el fin de prevenir complicaciones severas.
También se puede mencionar el absceso anal o absceso rectal. Es la colección de pus en la región del ano o recto. Pueden presentarse en un área de fácil acceso para drenaje, o más arriba en el recto. Los abscesos anales superficiales son comunes en lactantes y niños que aún usan pañales y tienen una historia de fisuras anales. El absceso aparece a menudo como una protuberancia inflamada, roja y blanda al borde del ano. El niño puede lucir intranquilo por la incomodidad, pero por lo general no hay otros síntomas sistémicos asociados. La administración de antibióticos y drenaje quirúrgico producen alivio rápido.
Otro tipo de absceso es el absceso en los dientes; absceso periapical o infección dental. Es la colección de material infectado (pus) resultante de una infección bacterial del centro (pulpa) del diente. El absceso dental es una complicación de la caries dental. Puede resultar también de un trauma al diente (como cuando un diente se rompe o es golpeado). Las aberturas en el esmalte dental permiten que las bacterias infecten el centro del diente (la pulpa). La infección puede propagarse desde la raíz del diente hasta los huesos que sostienen al diente. La infección resulta en una colección de pus (tejido muerto, bacterias vivas y muertas, glóbulos blancos) e inflamación de los tejidos internos del diente. Esto causa fuertes dolores dentales. Si muere la raíz del diente, el dolor se puede detener, pero la infección permanecerá activa y continuará expandiéndose y destruyendo el tejido.
Acetona:
Es una sustancia que se produce en el organismo cuando las grasas se queman de forma incompleta. En los niños que tienen fiebre o vomitan es muy común el olor a acetona, parecido al de las manzanas reineta. Su causa principal es por el ayuno o a una aceleración del metabolismo cuando el niño tiene fiebre. En sí mismo se trata de un síntoma que carece de importancia. Para tratarlo se debe tener en cuenta que bajo ninguna circunstancia hay que administrarle al niño agua con bicarbonato, que es una costumbre muy común. Es necesario bajarle la fiebre y tratar los vómitos, en cuanto estos síntomas mejoren, desaparecerá la acetona. Las madres no deben alarmarse si el niño presenta acetona en la orina al levantarse, ya que esto sucede porque el niño ha pasado toda la noche sin comer.
AEROFAGIA:
Es una ingesta de aire durante la comida que provoca eructos, gases y dolor abdominal. Es propia de bebés que comen con ansias o de los cólicos del lactante a consecuencia del llanto. Para ayudar a los niños a eliminar el aire ingerido es útil darles golpecitos suaves en la espalda y, en caso de llanto por dolor abdominal, masajes en la barriga manteniéndolos en la posición de sentados. Existe medicación que reduce la producción de gases por bacterias a nivel intestinal, pero la eficacia de los mismos en los niños es dudosa. El tratamiento más eficaz es prevenir la ingesta de aire mediante una buena técnica de alimentación, por ejemplo no más de 10 minutos en cada pecho, colocar al bebe durante la toma en vertical ligeramente inclinado hacia atrás y hacia la izquierda, dar una expulsión correcta de los eructos, etc.
AMIGADALITIS AGUDA:
Es una inflamación de las amígdalas (órganos de tejido linfoide como los ganglios), de la garganta a ambos lados y detrás del paladar. El tejido linfático constituye la defensa porque es el lugar donde se producen los glóbulos blancos y los anticuerpos. Los gérmenes entran en nuestro organismo por la vía respiratoria y digestiva, las amígdalas están en primera línea de defensa frente al ataque de los agentes infecciosos. La mayoría de las veces la causa es una infección, siendo los virus los gérmenes que con mayor frecuencia la originan, sobre todo en los primeros años de vida. Entre los factores bacterianos, el más frecuente, sobre todo a partir de los tres años es el estreptococo betahemolítico grupo A. El contagio se produce a través del de las gotas de saliva que se producen al toser, por contacto directo con el niño enfermo o por medio de los juguetes.
Los principales síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza, dolor abdominal y falta de apetito. El dolor de garganta y el dolor al tragar pueden estar presentes pero no es un síntoma constante. Es frecuente encontrar los ganglios del cuello aumentados de tamaño como respuesta a la inflamación. Las amígdalas se encuentran enrojecidas y con un punteado blanquecino sobre las mismas o con "placas", lo que puede ocasionar un aliento desagradable. Si la causa de la enfermedad es vírica, los síntomas suelen ser menos intensos. El diagnóstico lo debe realizar un pediatra valorando los síntomas clínicos y la exploración de la garganta. El cultivo de exudado de faringe y un test de detección rápida del estreptococo en la garganta permite al pediatra identificar la presencia del único germen importante, el estreptococo. El tratamiento debe dirigirse a la administración de antitérmicos si el niño tiene fiebre y analgésicos si el dolor es importante. Es recomendable ofrecer muchos líquidos y una dieta blanda. En ningún caso los padres deben administrar antibióticos por iniciativa propia. El pediatra indicará la administración de antibióticos durante 10 días para garantizar la completa eliminación del estreptococo beta hemolítico A. Es normal que: El niño tenga menos apetito y refiera molestias al tragar, Tenga fiebre durante uno o dos días. Se debe acudir a urgencias o contactar al pediatra si: La fiebre no cede con antitérmicos, la fiebre persiste más de 3 días, no desaparece la fiebre a las 24-36 horas de iniciado el antibiótico, tiene dificultad para respirar o "babea".
ANEMIA:
Es la disminución del volumen de los glóbulos rojos (hematíes) debajo de los límites considerados normales. La formación de glóbulos rojos es un proceso complejo que requiere de la presencia de determinados nutrientes (hierro, cobre, aminoácido) y de algunas hormonas (eritropoyetina). La proteína contenida en los glóbulos rojos de la sangre y encargada de transportar el hierro se encuentra en su mayor parte en los glóbulos rojos de la sangre y transporta el oxígeno, permitiendo que las células puedan respirar. La aparición de la anemia se ve favorecida en los niños por la presencia de infecciones, problemas en su alimentación, enfermedades heredadas y hasta por el mismo crecimiento. En el caso de los recién nacidos poseen una reserva de hierro que han obtenido de la madre en las últimas semanas de gestación y que son suficiente para cubrir sus necesidades los primeros 5 meses de vida. Posteriormente necesita hierro que procede de la dieta. Particularmente los niños entre 6 meses y los 2 años de edad, la falta de hierro se puede deber a mala alimentación, pérdidas intestinales de hierro secundarias, mínimas hemorragias, etc. La característica más reseñable es la palidez de la piel, de los labios y de las conjuntivas. Suele ir asociada con cansancio, decaimiento y falta de apetito. Se puede diagnosticar con un análisis de sangre (hemograma) que permitirá el diagnóstico de anemia. La observación con el microscopio de una muestra de sangre permite detectar anomalías en las estructuras de los glóbulos rojos que pueden orientar el diagnóstico del tipo de anemia. Para diagnosticar la causa de la anemia se debe realizar un estudio especial.
Una de las variantes de la anemia es la anemia ferropénica, es la forma más común de anemia. Aproximadamente 20% de las mujeres, 50% de las embarazadas y 3% de los hombres son deficientes en hierro. El hierro es un componente esencial de la hemoglobina, pigmento que transporta el oxígeno en la sangre. El hierro normalmente se obtiene a través de los alimentos de la dieta y por el reciclaje de glóbulos rojos envejecidos. Las causas de deficiencia de hierro son: muy poco hierro en la dieta, poca absorción corporal de hierro y pérdida de sangre (incluyendo el sangrado menstrual abundante). También es causada por intoxicación por plomo en niños. La anemia se desarrolla lentamente, después de agotadas las reservas normales de hierro en el cuerpo y en la médula ósea. En general las mujeres, al tener depósitos más pequeños de hierro que los hombres y pérdidas aumentadas por la menstruación, presentan un riesgo mayor para la anemia. Los grupos de alto riesgo son: mujeres en edad fértil con pérdidas de sangre por la menstruación, mujeres embarazadas y lactantes con requerimientos aumentados de hierro, lactantes, niños y adolescentes en fase de crecimiento rápido y personas con una ingesta deficiente en hierro ocasionado por una dieta carente o deficiente en carne o huevos durante varios años.
Lógicamente el tratamiento dependerá de la causa de la anemia. El pediatra debe indicar el tratamiento en cada caso concreto. El niño que nace prematuro, para prevenir la anemia ferropénica, el pediatra deberá de administrar un preparado de hierro, ya que la transferencia de hierro de feto se realiza fundamentalmente durante el tercer trimestre del embarazo. La dieta que debe tener el paciente es de gran importancia. EL hierro es el protagonista en la producción de la hemoglobina porque permite al glóbulo rojo fijar los gases que acarrea. La vitamina B12 y el ácido fólico son necesarios para que todas las células maduren sin ser los glóbulos rojos una excepción. Una alimentación balanceada con verduras verdes, frijoles, lentejas, hígado y todo tipo de carnes, y cereales fortificados. Es importante señalar que la leche no previene la anemia por deficiencia de hierro.
ANGINA:
Es la infección de la faringe y las amígdalas, acompañadas (casi siempre) de fiebres altas y placas o puntitos blanquecinos. Lo que produce una angina es el germen estreptococo betahemolítico. En este caso la mucosa faríngea se vuelve color rojo vinoso y se observan placas purulentas. Debido a que este tipo de angina puede producir complicaciones reumáticas y renales, deben ser tratadas durante diez días con penicilina o algún derivado de este antibiótico. De todas formas, es recomendable consultar al pediatra, aunque las madres no deben alarmarse por una simple garganta congestionada.
ANOREXIA:
Es un trastorno de la alimentación que se caracteriza porque el niño, aunque tenga apetito, se niegue a comer. Inapetencia. Las causas son mayormente psicológicas (sobre todo cuando hay relaciones conflictivas con la madre), pero también pueden ser orgánicas, debido a una enfermedad subyacente que provoca la inapetencia. También puede presentarse por causas funcionales que son alteraciones en el desarrollo del hábito alimentario. En cualquiera de los casos se debe trata por medio de la reeducación de los hábitos alimentarios del niño, y si persiste consultar a un médico especialista.
APENDICITIS:
Es la inflamación del apéndice, un divertículo que se encuentra libre en la cavidad abdominal. Esta inflamación se produce cuando se obstruye el apéndice vermicular y el contenido fecal retenida daña e infecta las paredes del apéndice. Si se llegara a perforar, el contenido intestinal saldría por la cavidad intestinal, causando una peritonitis o la formación de un absceso. Aunque puede aparecer a cualquier edad, la mayoría de los casos son en niños mayores y adolescentes. Se caracteriza por un dolor abdominal que inicialmente está poco localizado y que el niño señala al lado del ombligo. Progresivamente se hace más intenso y el niño lo localiza en la parte inferior, especialmente del lado derecho. Se presentan náuseas y los vómitos posteriores al inicio del dolor. La fiebre no es un síntoma constante. Mientras los niños son más pequeños es más difícil de diagnosticar. Para tratarla se debe proceder quirúrgicamente, es una intervención sencilla que conlleva pocos riesgos y se debe realizar por emergencia para evitar complicaciones.

ALERGIAS:
Es una forma de reacción alterada que tienen algunas personas cuando se exponen a algunas substancias del medio ambiente o cuando ingieren ciertos alimentos o medicamentos. Esta reacción puede manifestarse en la piel, a nivel de los bronquios, a nivel de los ojos, en la nariz, etc. Y los alergenos son las substancias que inducen la alergia. Los alérgenos pueden inhalarse (polen), ingerirse (leche de vaca, chocolate, algunos antibióticos, etc.) o ponerse en contacto con la piel. También causan las alergias el polco, hongos, ácaros, insectos y caspa animal. No existe una cura para la alergia. Los síntomas pueden ser controlados, pero con la ayuda de un médico especialistas, quién tomará un historial de la enfermedad y le hará un examen físico para establecer el tipo de alergia y las substancias que as causan. El tratamiento consiste en la aplicación de métodos para protegerse contra alas substancias que provocan la alergia, la aplicación de vacunas, o prescripción de medicamentos para controlar los síntomas.http://www.monografias.com/trabajos12/ninio/ninio.shtml

1 comentario:

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